El corazón de El Bierzo
Laderas con suaves pendientes, suelos arcillosos bajo el sol, La Padorniña, el lugar perfecto para que la Mencía y el Godello alcancen toda su intensidad. Este es el paraje donde nacen nuestros vinos ecológicos y donde desarrollan su marcada personalidad.
La creación de Bodegas Tenoira está ligada al paraje de La Padorniña, en Villafranca del Bierzo (León), una finca muy apreciada que en la década de los 70 del pasado siglo produjo los mejores vinos de la localidad.
Tanto fue así que dio nombre a su mejor vino: La Padorniña, un emblema para los socios de la cooperativa y orgullo de los vecinos. Pero unos cuantos años después la marca desapareció.
Y es aquí, sin embargo, donde comienza la historia de Bodegas Tenoira y, paralelamente, la recuperación del viñedo más querido de Villafranca y de la marca La Padorniña.
Mencía y Godello, nuestras variedades autóctonas
En 1990 la familia Tenoira Gayoso compró la finca más grande del paraje, de unas veinte hectáreas, que se encontraba abandonada. Durante los diez años siguientes se dedicó a otras labores agrícolas que ayudaron a mejorar notablemente el terreno abandonado. En 2000 se inició la plantación de los nuevos viñedos de Mencía y Godello.
Viñedo ecológico certificado
La Padorniña es una finca de suelos arcillosos con cantos rodados. Posee un microclima de influencia continental y atlántica, a quinientos metros de altitud y orientación suroeste. Un lugar así sólo podía mejorarse con la reconversión a la agricultura ecológica. En 2020 la bodega Tenoira Gayoso obtuvo la certificación de agricultura ecológica para todos sus vinos.
Máxima exigencia
de calidad
Cuando en 2020 se aprobó el nuevo etiquetado de las unidades geográficas menores (paraje, villa, etc), los vinos de La Padorniña obtuvieron la categoría de vino de paraje, lo que exige reducir el rendimiento de la uva (kilogramos por hectárea) entre un 20% y un 35% del máximo fijado por la Denominación de Origen Bierzo.